Cuaderno de bitácora II: Arroyomolinos de la Vera, Cuescos de Yuste y Granadilla

 

Granadilla

Hervás, nuestra anfitriona, nos invitó también a conocer a sus hermanas más allá del río Ambroz, donde se encuentran Jarandilla de la Vera, Cuecos de Yuste y Arroyomolinos de la Vera, pueblo anclado en la montaña donde compartimos vino y migas veratas con la familia y amigos.

En Cuecos de Yuste, el monasterio de los Jerónimos, conocido por acoger hasta su muerte al emperador Carlos I de España y V de Alemania, permanece impasible al paso del tiempo. En él, aun habitan monjes jerónimos como solitarios vestigios de una anacronía. El monasterio, modesto y esquivo, desvela los motivos que llevaron al monarca, en cuyo reinado no se ponía el sol, a escapar del ruido de la corte y en el subterfugio de su despacho vigilar de cerca e influir sigiloso en la política de su hijo Felipe II, ya coronado rey.

Y al atardecer, Granadilla se nos ofreció misteriosa y atractiva. Esta localidad, abandonada por convertirse en inundable tras la construcción del embalse de Gabriel y Galán en 1961, se visita como un parque temático, con la salvedad de que es el vacío el que sustituye a la saturación. No obstante, este espacio regala a los vecinos de Granadilla de la Zarza alternativas de ocio, cultura y educación ambiental, y a los visitantes un antiguo castillo en restauración, que llama la atención por su buen estado de conservación e integración en el paisaje.

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