Criminales de guerra y de lesa humanidad



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El presidente de Estados Unidos Joe Biden ha dicho que no se puede comparar a Netanyahu con Hamas y tiene razón, Netanyahu es mucho peor, porque a una organización terrorista se le presupone el terror, pero no a un gobernante, que aprovecha la coyuntura para aniquilar a un pueblo, masacrando a toda su población y devastando sus tierras, con el posible objetivo de ocuparla después o enriquecerse con su reconstrucción.

La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional ha pedido órdenes de arresto internacionales contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant y la detención de dirigentes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) atribuyéndoseles responsabilidades penales por crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Es la primera vez en la historia de la justicia internacional que se da una orden de detención para dos máximos líderes de un país aliado de Occidente y se hace por los siguientes crímenes: “hacer morir de hambre a civiles”, “causar intencionalmente gran sufrimiento o daños graves al cuerpo o la salud de la población, o tratos crueles”, “homicidio intencional o asesinato”, “dirigir intencionadamente ataques contra una población civil”, “exterminio y/o asesinato”, “persecución como crimen de lesa humanidad”, “otros actos inhumanos” y haber privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana”. En el caso de los tres líderes de Hamás, figuran los crímenes de “asesinato”, “exterminio”, “toma de rehenes”, “violencia sexual”, “tortura”, “trato cruel”, “atentados a la dignidad personal” y “otros actos inhumanos”. (1)

Esta guerra que se ha cobrado ya la vida de más de 35.000 palestinos y palestinas, y lleva consigo 79.000 heridos a los que se les ha obligado, junto al resto de supervivientes a abandonar las ciudades que el ejército israelí va destruyendo, responde a una estrategia clara de expulsión de un pueblo y es tan inexplicable como hubiera sido que el Gobierno de España hubiera bombardeado y destruido el país vasco en los años más cruentos del terrorismo de ETA.

Esta guerra no es un conflicto aislado sino una continuación del que se inició en la década de los años 50, cuando la ONU y las naciones de Occidente permitieron al denominado entonces “movimiento sionista” ocupar las tierras de Palestina, atendiendo a un verbo divino. Desde entonces, con mayor o menor intensidad el enfrentamiento entre musulmanes y judíos ha sido continuo, hasta el momento actual en el que el grado de violencia ejercida por Israel se ha convertido en un auténtico genocidio contra el pueblo palestino.

Este conflicto que cumple ya 76 años y no cesa por el apoyo que Occidente le presta a Israel podría leerse en términos distintos si hubiera sido Jomeini en los años 80 y hubiera sido España el territorio ocupado atendiendo y reivindicando el pasado islámico de Al-Ándalus.

(1) Noticia de eldiario.es

Comentarios

  1. Viviendo acontecimientos insólitos en occidente. Comparto plenamente el articulo

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  2. De un padre maltratador, lo más seguro es que salga un hijo maltratador. Los judíos ortodoxos y radicales (que no todos los judíos) tuvieron como padres a los "mejores peores" asesinos, que fueron papá Hitler y mamá Goebbels. Que no me vengan con la milonga de que no es lo mismo, porque el gobierno nazi actual de Israel también ha salido de las urnas

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