Cuando la noticia no es el asesinato del joven, sino que la izquierda española acuse a los asesinos de homófobos, toma cuerpo la realidad que pretenden negar, incómodos por respaldar a quienes alientan el odio y la homofobia.
Desviar la atención y disfrazarse de víctima es
la táctica recurrente, con la que pretenden solapar la violencia machista, xenófoba,
fascista y homófoba que cada día es mayor en nuestra sociedad desde que esa ideología
tiene espacio en las instituciones.
Destacar en la noticia que “la investigación
parece apuntar a que la agresión no fue por su orientación sexual”[1]
ocultando la declaración de la principal testigo del asesinato que afirma que le
propinaron una paliza "entre al menos siete" mientras le gritaban
"maricón de mierda"[2]
es excusatio non petita, accusatio manifesta.
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