El lobo se convirtió en pastor de Gusteve Dore |
La presidenta de la Comunidad de
Madrid no para de dar juego a los chascarrillos en torno a sus frases, ideas y
composición mental, pero su última ocurrencia, roza la temeridad. Poner al
frente de la crisis sanitaria por el corona virus, al ideólogo de la
privatización de los Hospitales Públicos madrileños es, además de una
desagradable ironía una enorme falta de tacto y responsabilidad.
Antonio Burgueño, de 78 años, exdirector
general de Hospitales de la Comunidad de Madrid quiso privatizar en 2013, 6
hospitales inaugurados en 2008 y 27 centros de salud, provocando las
movilizaciones de la marea blanca y la intervención de la Justicia que fue quien
paralizó su plan. Hoy es el asesor de Diaz Ayuso y el encargado de gestionar la
primera pandemia del siglo XXI.
Pepa Bueno, en el programa Hora 25
de la cadena SER entrevistó anoche a Jose Ramón Arribas, miembro del comité de
expertos que asesora a la Comunidad de Madrid y jefe de la unidad de
enfermedades infecciosas del Hospital La Paz y le preguntó por el nombramiento
de Antonio Burgueño. Su respuesta no pudo ser más clarificadora: “Ha causado
mucha sorpresa en un sector muy grande de la comunidad sanitaria de Madrid. Nosotros
esperamos que, en una situación crítica como ésta, la crisis sanitaria más
grande que ha vivido el mundo en el último siglo, que tengamos un responsable
que tenga autoridad científica, que tenga liderazgo, que produzca consenso y
que provoque respeto entre la comunidad sanitaria, no entro a valorar la figura
del señor Burgueño, pero constato que no cumple ninguno de estos criterios.”
En un momento de máxima tensión,
en el que todos los esfuerzos por remar en el mismo sentido son pocos y en el
que los escenarios irán cambiando frecuentemente, es incomprensible que se
ponga al frente de ello al hombre que mayor desconfianza despierta, por ser el
artífice de desmontar la sanidad pública madrileña. UGT
considera que con ello se ha dado un paso atrás muy importante y CCOO querría preguntarle por
el panorama en el que nos encontraríamos
ahora, si finalmente se hubiera consumado la privatización de la sanidad
pública madrileña que el impulsó. 1.388 contagiados y 38 fallecidos en Madrid,
con los hospitales privados derivando a los pacientes a la sanidad pública es
el escenario en el que Burgueño se encuentra y deberá encontrar apoyo y
confianza en la comunidad sanitaria a la que quiso esquilmar a cambio de enriquecer
a los empresarios de la sanidad privada. Poner al lobo a cuidar de las
ovejas ya es tradición en la historia reciente de la derecha de nuestro país, sólo
hay que hacer un breve ejercicio de memoria para caer en la cuenta.
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