La historia tiene la recurrente
costumbre de repetirse una y otra vez. Y los humanos la de no aprender, ni de
lo ocurrido en el pasado más lejano, ni en el más reciente presente. Sin
embargo, también los humanos tenemos la costumbre de no perder la esperanza.
En estos momentos cruciales
Cronos juega en nuestra contra por lo que ofrecer el Ministerio con la Sala del
Tiempo sería una auténtica anacronía y una oportunidad perdida para emprender
un camino distinto a los de hasta ahora conocidos. Y el Ministerio de Magia y
Hechicería tampoco sería conveniente a la vista de los Autos de Fe que podrían
estar por venir.
Es hora de ser consciente del
resultado de las urnas y de poner sobre el tapete los asuntos en común, alejando
las cuestiones en desacuerdo, porque la Historia es tozuda y tiende a atraer a
viejos fantasmas. Los dementores ya han
llegado y a menos que se logre un acuerdo fructuoso, volarán junto a la sombra de
una nueva cita electoral y para espantarlos sólo nos quedará el encantamiento
“Patronus”.
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