Patria, Dedé y Minerva Mirabal, feministas dominicanas asesinadas por el dictador Rafael Trujillo en 1960 |
No porque haya poco que añadir en un día como hoy, vamos a estar
calladas. No porque suene a repetición, vamos a permanecer en silencio. No
podemos olvidar a cada una de las mujeres, asesinadas por la violencia
machista. No debemos dejar de pensar en sus hijos e hijas víctimas de esta
lacra anclada en la misma base de nuestra sociedad patriarcal.
12 son las mujeres
asesinadas en Andalucía en lo que llevamos de año, 52 en toda España y el
número de violaciones a jóvenes es cada día más alarmante: 1702 violaciones en
el año 2018, un 22% más que en 2017. Sin embargo, los hay
impermeables a esta cruda realidad. Les resbala, como el agua de lluvia sobre
un paraguas, que la cultura del patriarcado alimente a esos desaprensivos que
asesinan sientiéndose amparados por la costumbre ancestral de ejercer el poder
masculino sobre la mujer. Son los mismos que pervierten el lenguaje con el
objetivo de pervertir también la realidad y tornar la tragedia en una anécdota
sin importancia.
Con términos como "lesboterrorismo" o "pornofeminismo" pretenden crear un enfrentamiento entre
hombres y mujeres donde no lo hay. Porque la lucha contra la violencia machista
no es una lucha contra los hombres, sino contra un sistema cultural que avala
la violencia y discrimina a la mujer.
Con palabras como "abortorios" intentan descalificar y arrebatarnos el derecho a elegir cuando ser
madre y nos retrotraen a tiempos pasados en los que sólo las niñas ricas, que
podían pagar la interrupción de sus embarazos, eran libres de decidir su
maternidad.
Estos negacionistas
al no reconocer la existencia de la violencia machista niegan la necesidad de
cambiar el sistema patriarcal que la provoca y en el que se sienten cómodos y,
ahora desde las instituciones, harán todo lo posible porque perdure.
Hoy, como todos los
25 de noviembre, desde que fue declarado día Internacional contra la Violencia
hacia la mujer en el primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe
celebrado en Bogotá (Colombia) en julio de 1981, recordamos que la violencia
machista, en todas sus formas, es sistémica.
Y hoy rememoramos
el asesinato por orden del dictador Rafael Trujillo de la
República Dominicana de las tres hermanas Mirabal, (Patria, Minerva y Maria Teresa) activistas políticas, el 25 de noviembre de 1960, hecho que motivó la
declaración de este día, considerado de carácter oficial por la ONU en 1999.
Desde entonces el
tiempo ha pasado y, no por ello, la violencia machista ha desaparecido de
nuestra sociedad. Hoy mismo, en Tenerife, una joven de 26 años ha
sido asesinada por su pareja, un hombre de 29 años que ya ha sido detenido. El
tiempo pasa, pero la violencia queda. El tiempo parece no mirar hacia adelante,
sino hacia atrás, encontrando en el camino las piedras de los antediluvianos.
Por ello, rememorar este día, es hoy más necesario que nunca.
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