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SOCIALISMO EN TIEMPOS DIFÍCILES
Socialismo
en tiempos difíciles de
Juan Antonio Molina es una selección de
artículos breves pero intensos de contenido, en los que el autor,
periodista y escritor, da su visión sobre el socialismo que fue, es
y debería ser en España.
Con
prólogo de Antonio Miguel Carmona y epílogo de Odón Elorza, Molina
analiza en cada uno de ellos diferentes aspectos de la política y la
economía actual que han llevado a la deriva a la clase trabajadora
en los últimos años y a España a una crisis que va más allá de
lo económico, adentrandose en todos los rincones de la sociedad.
Estos
artículos publicados a lo largo del año 2012 en los diarios Nueva
Tribuna, Diario Progresista, El Correo de Andalucía, Vanguardia de
Sevilla y en la Latin News Agency, destacan el valor del socialismo
como instrumento para lograr la igualdad social y la justicia y
detallan las dificultades que en el mundo de voraz capitalismo en el
que nos encontramos, los poderes e intereses fácticos se empeñan en
crear. Así Juan Antonio Molina expresa que “la verdadera
política es el arte de lo imposible, cambiar los parámetros de lo
que se considera posible en el contexto de un pensamiento conservador
y excluyente”.
También
se hace referencia de modo recurrente en ellos a la “modélica”
Transición, que con la perspectiva de los años se puede afirmar que
ni fue modélica ni permitió una auténtica y sincera Transición.
Sobre ella el autor dice que nuestra democracia está anclada en los
condicionamientos de una transición desde la dictadura que dejó
intactos muchos poderes financieros y sociales y apenas consolidada
en la extensión de los derechos ciudadanos y el funcionamiento de
las instituciones del Estado (…) La transición española supuso
para las fuerzas de oposición al franquismo un ejercicio de renuncia
que bajo el concepto de consenso representó en el caso de los
partidos de izquierda el abandono de importantes jirones ideológicos
(…)
Los
artículos están llenos de citas de autores clásicos, antiguos y
contemporáneos que dan a su lectura un valor añadido. Así menciona
a Séneca para recordar sus palabras en relación a que lo que las
leyes no prohiben puede prohibirlo la honestidad y Marcuse, Montalbe,
Mallet, Camus, Bobbio, Adorno, Toynbee, Ortega y Gasset, entre otros,
son los pensadores cuyas ideas conforman parte del esqueleto de los
textos.
Y
sobre todo son artículos que se preocupan por definir qué significa
ser de izquierda. Para ello resalta las palabra del sociólogo Bauman
en relación a que la comunidad tiene el deber de asegurar a
cualquiera de sus miembros frente a un infortunio individual y a que
la calidad de la sociedad debería medirse no en función del
bienestar medio de sus miembros sino del de sus partes más
débiles. También cita a Concepción Arenal en referencia a su
pregunta sobre si los pobres serían lo que son si nosotros fuéramos
lo que debiéramos ser.
Valiente
y certero en sus análisis, Juan Antonio Molina incluso se atreve a
soñar que un día el miedo cambiase de bando y en un ejemplar
ejercio de durísima crítica hacia el viraje de
la izquierda expresa “el destierro del pensamiento y la
ideología del socialismo democrático le aleja de sus aspiraciones
identitarias que fueron y deberían ser la implantación de un nuevo
tipo de relaciones entre los hombres, un nuevo orden de prioridades,
un nuevo modelo de vida y de cultura (…) Durante demasiado tiempo
la izquierda ha sido en nuestro país no un proyecto de cambio sino
un proceso de adaptación, actuando en un ámbito que niega el modelo
de sociedad que propugna”.
No
es casual que en estos días releyera alguno de estos artículos que,
con los últimos cambios en la dirección del PSOE, cobra del todo
relevancia su lectura, análisis y comentario.
Para
concluir esta reseña he querido transcribir el último párrafo del
artículo titulado “La política como tarea moral” que sintetiza
en unas pocas líneas la intención y el propósito del autor al
aunar en este libro estos artículos: “Ante
el irracionalismo de la racionalidad del mercado, que sólo ve al
hombre como un precipitado de la economía, es necesario clamar por
la resurrección de las ideologías, pues en momentos como éste su
tarea no sería exclusivamente política, sino también moral”.
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