"Ave Fenix" Sandra Lázaro |
Cuando lo que está en juego es el futuro de la izquierda,
cuando la ideología está presente y, detrás de las palabras hay un proyecto social coherente y comprometido, es fácil ganar.
Cuando la militancia abre las ventanas y se hace oír, cuando
la valentía rompe muros, arriesga y levanta la voz, es fácil ganar.
Cuando hay un gobierno corrupto que nos salpicó con sus
inmundicias tras una abstención impuesta, cuando no se cumple la palabra dada,
es fácil ganar.
Cuando de nuevo suena la Internacional en un mitin, cuando
caen lágrimas de los ojos al alzar los puños y entonarla, es fácil ganar.
Cuando David se enfrenta al Goliat de los barones, de la
gestora, del aparato, del Ibex35, de los
medios de comunicación y del establishment, es fácil ganar.
Cuando se enciende una luz que alumbrará Europa, como
expresó Anna Hidalgo, es fácil ganar.
Las primarias del PSOE, ganadas por Pedro Sánchez, han demostrado lo que, desde hace
tanto tiempo, se comentaba en las agrupaciones y en nuestros barrios: que los dirigentes socialistas se habían alejado de sus bases, que no se escuchaba a
quienes recorrían las calles y conocían el sentir de la gente, que se hacían
oídos sordos al hecho de que la sangría de votos se iba por la izquierda.
Era necesario este “zamarreo” como dijera Francisco Toscano, este agitar de
conciencias y, sobre todo, este azote de humildad.
Ha merecido la pena este calvario de 8 interminables meses
para recuperar la credibilidad, la ilusión y la convicción de que hay otro modo
de hacer las cosas.
Si no hubiéramos renacido de nuestras propias cenizas, hubiéramos
garantizado al PP una paz duradera que, con sus recortes, robos y privatizaciones, continuarían
llevando a España a ese Medievo del que creen no debería haber salido.
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