España gana el mundial de fútbol femenino

 


España está de enhorabuena doblemente, por haber ganado el mundial de fútbol y porque fuera femenino. Desde el año 2010 La roja en masculino, no había hecho historia, sin embargo, las futbolistas de La roja se acaban de coronar campeonas del Mundo, haciendo que nuestro país trascienda por su modernidad, igualdad y esfuerzo en el deporte.

El partido que ofreció una tensa exhibición de buen fútbol, destacó por lo que representaba en el mundo futbolístico y, sobre todo, en el imaginario de una sociedad que requiere referentes femeninos.

Si a nuestras abuelas, a penas las dejaron ir a la escuela, y a nuestras madres, solo se les permitió un mundo laboral de secretarias, enfermeras o maestras, sin abandonar, por supuesto, las responsabilidades del hogar y los hijos, nuestras hijas ya pueden ser lo que sueñen.

Y ser futbolista significa subvertir los modelos de género establecidos, porque el fútbol ha sido seña de identidad masculina, propiciando un espacio y un tiempo sólo de y para hombres.

Así, que la mujer también acceda al deporte tradicionalmente considerado masculino es todo un avance y un reconocimiento de que las políticas de igualdad implantadas desde los gobiernos progresistas están surtiendo efecto. Y que haya sido un equipo de mujeres españolas el que haya ganado el noveno mundial de futbol, desde el primero que se celebrara en 1991, es reflejo de un trabajado afán de superación, coraje y deportividad.

Sólo queda y no es poca cosa, romper la brecha salarial de género y equiparar los sueldos del equipo masculino con el femenino, cuya diferencia es de 100.000 euros por jugador. Sólo así podremos convencernos de que el sueño de la igualdad está empezando a ser real.  

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