Samain ha llegado

 



Las festividades nos invitan a recordar el ciclo de la vida. El continuum del devenir, el paso del tiempo y la fragilidad de nuestra permanencia. Pero también nos recuerdan la inevitable vinculación que tenemos con la naturaleza, la transformación y el eterno retorno.

Nos encontramos en un tiempo nuevo de Samain, la festividad celta que desde hace casi 30 años venimos celebrando como una inspiración artístico-telúrica y sentimental.

En esta noche nos reunimos como los antiguos celtas, en torno a un fuego y un caldo primordial, acompañado de cerveza, vino, hidromiel e hipocrás. Y como en una suerte de intuitivo homenaje a nuestros ancestros, pondremos sobre la mesa los “pañitos” bordados, aguardaremos a los “mondonguitos” con ansiosa ilusión y cantaremos en la hoguera junto a sones de flauta y guitarra.

La noche que permite cruzar el umbral y acercar a vivos y muertos, se cubrirá de niebla y despertará nuestros sentidos más adormecidos para colmarlos de una mágica pátina de inmortalidad.

Un año más, Samain ha llegado.

Comentarios