Forrarse



Buitres de Rafael Zabaleta

Cuando España se debatía en un trance vital afrontando una pandemia que se cobraba miles del muertos, un aristócrata español y un amigo del alcalde de Madrid se forraban a costa del erario municipal. Luis Medina, hijo del duque de Feria y Alberto Luceño, amigo de Martinez-Almeida, se gastaron parte de los 6 millones de euros que cobraron como comisión de un contrato de material sanitario, en rolex, doce coches de lujo, un yate, un piso de más de un millón de euros, una semana en Marbella a 6.000 euros la noche y bonos de 200.00 euros cada uno.

Mientras esto ocurría, el PP se enorgullecía de los exabruptos de Casado en contra de un Gobierno sobrepasado por las circunstancias y de Ayuso parapetada en un hotel escribiendo el himno de la libertad. Pero aquel PP que después creímos diferente en un espejismo de moderación, duró poco. Duró hasta que el flamante nuevo presidente, Núñez Feijoo declarara que Pedro Sánchez se estaba forrando con el precio de la luz, como si se llevara al bolsillo el importe de los impuestos que recauda el Estado y destina a la construcción de carreteras, hospitales, colegios y sueldos de sanitarios, policías, bomberos y profesores. Las palabras de Feijóo bien podrían entrever la recurrente confusión entre negocio particular e institución, como han ejemplificado los amigos del primo del alcalde de Madrid al forrarse, y ahora sí está bien utilizado el término, a costa del dinero de los madrileños. Si esto no lo sabía Feijóo, el inconsciente le hizo una mala jugada.

Luis Medina Abascal y Alberto Luceño Cerón acusados de delito de estafa, falsedad documental y blanqueo de capitales, a tan sólo cuatro días de la instauración del estado de alarma, cuando la población estaba recluida en sus casas y los hospitales a punto del colapso, descubrieron la posibilidad de dar el pelotazo, no del siglo, sino del milenio. Porque ningún comisionista de profesión jamás imaginaría tal cantidad de dinero público estafado y embolsado en sus cuentas privadas con tanta celeridad, a través de nueve transferencias realizadas entre el 24 de marzo y el 6 de abril de 2020.

El Ayuntamiento de Madrid pagó cuatro veces más el precio del material destinado a funcionarios, personal sanitario, bomberos y policía. Dinero que gastó Alberto Luceño en una: vivienda por valor de 1.107.440 euros; un bono de inversión de 200.000 euros; la estancial durante una semana en un hotel de Marbella, a 6.000 euros la noche; tres Rolex: uno de acero de 6.550 euros, y dos de oro: de 26.000 y 9.900 euros y 12 coches de lujo: un Aston Martin DB11, de 160.000 euros; un Ferrari 812 Superfast, de 355.000 euros; un Mercedes AMG GT 635, de 149.999 euros; un Mercedes SCL 300, de 54.500 euros; un Range Rover Sport, de 102.000 euros; un KTM X BOW, de 91.800 euros; un BMW 18 Roadster, de 121.000 euros; un Aston Martin DBS Superleggera de 293.000 euros; un Porsche Panamera de 153.000 euros; un Lamborghini Huracan Eve Spider de 299.999 euros; un McLaren 7205 de 250.000 euras y un Mercedes A 200 AMG de 32.500 euros. Por su parte, Luis Medina, hijo del duque de Feria, se compró un yate modelo Eagle 44, por valor de 325.515 €al que le dio el nombre de la familla y matriculó en Gibraltar, además de bonos de inversión por valor de 200.000 euros

A la segunda acepción de forrarse que aparece en la RAE habría que añadirle ahora los nombres y apellidos de estos indeseables sujetos que, tan illustrativamente ejemplifican el significado de la palabra y que, probablemente, hayan ruborizado a Feijóo por utilizar el término con tanto desatino.





Comentarios