Un nuevo año


Escribir el primer texto del año puede tener tanta trascendencia como elegir los propósitos de año nuevo. Porque es una gran responsabilidad ensimismarnos durante unos minutos y visualizar qué deseamos para este nuevo tiempo que acaba de empezar.

Desde los grandes titulares de felicidad y prosperidad que nos rodean como luminarias, hasta los más íntimos e inconfesables deseos, en cada principio de año, nos proponemos alcanzar discretos o grandes cambios en los que, sin lugar a dudas, la predisposición y el azar jugarán un papel importante. El comienzo de un nuevo año es el inicio de un nuevo reto lleno de aventuras y el año que acaba de morir es el final de un capítulo en el que a nuestra experiencia vital le hemos sumado alegrías y sinsabores que nos permiten seguir creciendo durante el maravilloso relato de nuestra vida.

Dejar atrás el año 2021 significa recordar cada uno de nuestros triunfos para continuar la senda, cada una de nuestras frustraciones para aprender de ellas, y cada momento compartido o en soledad para valorar si repetirlo. Pero también supone mirar a nuestro alrededor y observar cómo les ha ido a los demás, porque, igualmente, de esas victorias o fracasos podemos aprender.

Sin embargo, el año nuevo es un espacio indeterminado, un tiempo que se irá materializando con el movimiento de las manecillas del reloj, un sueño, una ilusión en la que sólo sabremos que estamos, justo en el preciso momento de estar.

Desde hoy 4 de enero crearemos los nuevos episodios de una historia en la que estamos condenados a ser protagonistas, con un relativo margen de poder sobre la elección del género de la película.

 

Comentarios