Erasmus

 


Pablo, Lucia, Ciara, Rebecca, Nat, Ashwin y Yann

Las fronteras no definen las diferencias, a pesar de lo que muchos afirman. Las fronteras no alejan a los pueblos ni los enemistan. Son líneas en un mapa, en muchos casos absolutamente artificiales que han interesado a los poderosos para acumular o explotar riquezas que pueden o no revertir en la colectividad.

Quienes viven a ras de suelo, de un lado y de otro de las fronteras, no entienden de reparto territorial ni de la supremacía racial o lingüística. Lo que une a un pueblo y a otro suele ser más profundo que lo que les separa. Y rara vez es la búsqueda del bienestar común la causa de las contiendas.

El programa Erasmus es una iniciativa que desde 1987 promueve el intercambio de estudiantes entre las universidades de Europa, con objeto de impulsar la concienciación de un espacio europeo, incrementando sus perspectivas laborales a través de la mejora del aprendizaje de idiomas, y de otras competencias académicas.

Pero, sobre todo, el programa Erasmus es una ventana a la tolerancia, a la empatía multicultural, a la sensibilización y a la cooperación entre jóvenes de distinta nacionalidad y cultura, sobrepasando incluso los límites de Europa. Es un programa que descubre a la juventud que lo que les une va más allá de las fronteras, que las diferencias no son amenazas, sino oportunidades, que la igualdad, pacifica, y que la variedad lingüística enriquece.

La convivencia de nuestros hijos e hijas con jóvenes extranjeros hace más, por el entendimiento, el respeto y la tolerancia, en un año, que siglos de discursos pedagógicos y políticos.

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