A propósito de Samain

 


Los antiguos celtas, no conocieron la escritura, por lo que toda su cultura se albergó en la transmisión oral. Y en ella, el recitado de versos y la memorización de relatos y cuentos fue crucial, manteniéndose a lo largo del tiempo. Con la llegada del imperio romano, primero y después con la cristianización, esta tradición oral se fue perdiendo y con ello la cultura de este pueblo guerrero y espiritual que pobló parte de la vieja Europa. Los romanos fueron conscientes, enseguida, de que, para vencer definitivamente al enemigo, era necesario terminar con su memoria y por ello, asesinaron o les cortaron la lengua sobre todo a los druidas y bardos celtas, poseedores del patrimonio cultural oral. Por tanto, lo que sabemos de ellos, lo conocemos por lo que, sobre ellos, dejaron escrito los antiguos romanos, como Julio Cesar en su obra sobre la Guerra de las Galias o Lucano en su Farsalia.

No obstante, parte de su cultura se conservó permeabilizada en las tradiciones populares que, cuando Europa se cristianizó llegó hasta los monasterios en forma de relatos y romances que los monjes amanuenses edulcoraron con tintes cristianos y hoy en día conservamos en una suerte de argamasa en la que la cultura celta se encuentra mezclada con la religión cristiana, impuesta a partir del siglo V con la llegada de San Patricio. 

El cuento que os invito a leer, es un ejemplo de todo esto. Titulado Connla y el hada, procede de un antiguo relato irlandes «Echtra Condla chaim maic Cand Chetchathaig del Leabhar na h-Undre (Libro de la Vaca de Dum)[1], sin embargo, el texto que nos ha llegado, corresponde al siglo VII, claramente retocado por una mano cristiana, que introdujo la referencia al día del juicio final; al poder decreciente de los druidas y a la brujería como algo propio de la mujer, además de la referencia al hada como a una doncella.

Las leyendas y cuentos populares hunden sus raíces en la historia, engrandecida por bardos o juglares, cronistas o historiadores que relataban los grandes acontecimientos o intentaban dar sentido a lo que, de inexplicable presentaba el mundo.

Así, Conn, el padre de nuestro protagonista fue un poderoso caudillo de Irlanda conocido como “el de las cien batallas” el rey supremo que reinó durante los años 123-157 d.C. Y la existencia histórica de Connla, nuestro protagonista, parece demostrarse en la referencia a él, como Conly, el hijo mayor de Conn, en los Anales de Clonmacnoise. Puesto que Conn fue sucedido por su tercer hijo, Art Enear, Connla, o bien fue muerto, o bien desapareció en vida de su padre, dando lugar a la leyenda que probablemente se desarrollaría durante el siglo II y que mañana 1 de Noviembre podréis leer.

Connla y el hada es uno de los relatos más antiguos de Europa y es un regalo leerlo, a ser posible, a la luz de la lumbre y acompañado de las tímidas notas de una guitarra. 

 

 

 



[1] Jacobs, Joseph (1996). Cuentos de hadas céltico. Barcelona: Jose J. de Olañeta.

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