Excusatio non petita, accusatio manifesta

 


Que la muerte a patadas del joven Samuel de 24 años, por el grupo de asesinos que le golpeó hasta acabar con su vida, sea referida como “un incidente” por un periódico digital afín a la ultraderecha, da la razón a quienes, como la propia amiga de Samuel, afirman que fue un asesinato homófobo.

Cuando la noticia no es el asesinato del joven, sino que la izquierda española acuse a los asesinos de homófobos, toma cuerpo la realidad que pretenden negar, incómodos por respaldar a quienes alientan el odio y la homofobia.

Desviar la atención y disfrazarse de víctima es la táctica recurrente, con la que pretenden solapar la violencia machista, xenófoba, fascista y homófoba que cada día es mayor en nuestra sociedad desde que esa ideología tiene espacio en las instituciones.


Destacar en la noticia que “la investigación parece apuntar a que la agresión no fue por su orientación sexual”[1] ocultando la declaración de la principal testigo del asesinato que afirma que le propinaron una paliza "entre al menos siete" mientras le gritaban "maricón de mierda"[2] es excusatio non petita, accusatio manifesta.

 

 

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