Como cada año, el 25 de diciembre
celebramos la Navidad, el solsticio de invierno o el Sol invictus que da paso a
los días más largos y las noches más cortas. Pero este año, será diferente. Las reuniones
familiares serán tan reducidas que nos traerán más recuerdos que nunca. Será
este año cuando más añoremos a los que queremos y con los que no podremos
estar. Será este año cuando la magia navideña que inmortalizó Charles Dickens amalgame
con mayor fuerza nuestro apego a la familia y a la amistad.
Este 25 de diciembre será más especial
que nunca, más entrañable si cabe, pero también más solitario e íntimo.
Este 25 de diciembre, la Navidad
será recordada como aquella que inauguró los nuevos maravillosos años veinte y
que, sin embargo, se contuvo en su tradicional afán de expresividad y luminosidad
aguardando desfogar para tiempos mejores.
Comentarios
Publicar un comentario