MACULADAS SIN REMEDIO


"La Inmaculada de la Arquitectura Patriarcal" de Inmaculada Rodríguez-Cunill
"La manada city" de Inmaculada Rodríguez-Cunill
Si por algo ha merecido la pena la celebración del año Murillo, además de  por las visitas a sus cuadros, ha sido por la arriesgada apuesta de la exposición “Maculadas sin remedio” en la que un grupo de artistas femeninas nos han mostrado qué hay más allá de Murillo en el Antiquarium de Sevilla desde el 10 de enero.
Si Murillo en sus Inmaculadas, pintó el ideal de mujer por el que la sociedad occidental se ha guiado, obligándonos a seguir ese ejemplo de pureza, sumisión y docilidad, la muestra “Maculadas sin remedio” ha reivindicado el papel y el valor de la mujer alejada de ese estereotipo.

Las artistas, Inmaculada Rodríguez-Cunill, Angeles de la Torre, Charo Corrales, Marta Gómez, Veredas López, Lourdes Farratell, Maria Diaz Osta, Eva Guil Walls, Aline Part, Anna Jonsson y Concha Jimenez Muñoz han hecho trascender, gracias a esta exposición, su interpretación personal de la realidad patriarcal que ha asfixiado a la mujer de todos los tiempos.
En sus obras, de las que brotan sentimientos desgarradores, hemos descubierto lo poco que han cambiado las cosas desde los tiempos de Murillo, cómo la violencia machista sigue enquistada en la sociedad. Pero también, hemos recordado a diosas paleolíticas que nacen del culto a la creación y a la naturaleza, hemos apreciado la reivindicación de una sexualidad sin tapujos ni castraciones o el empoderamiento de madres como mujeres libres y dueñas de su destino.

“Maculadas sin remedio” también nos ha mostrado la imagen de la madre como mezcla de color, alegría y vida; ha homenajeado a Eva, la primera mujer, después de Lili, a la que el patriarcado denostó y convirtió en pecadora por ser curiosa y valiente y ha sacralizado la sexualidad femenina, el cuerpo como templo y jardín sagrado, el útero y la sangre como elemento de trascendencia de vida.
Y también, estas atrevidas y geniales artistas han mostrado la imagen de las Inmaculadas de Murillo como seres extraterrestres que flotaban sobre la tierra o a una mujer crucificada simbolizando el sufrimiento en silencio y los sacrificios invisibles, haciendo de la crucifixión una metáfora de las dificultades que tienen las mujeres al existir.

Una reflexión sobre la representación de la mujer en la sociedad actual, a partir de la pornografía, el momento de relax en el que se lavan las manchas y un hombre convertido en Piedad que sostiene sobre sus rodillas a una mujer herida han sido las improntas artísticas que han constituido esta muestra.
Madre o puta, pero siempre sumisa, es el rol que el patriarcado ha reservado a la mujer y, cuando se rebela se la asesina. Esta es la realidad que existe más allá de Murillo y por ello la exposición “Maculadas sin remedio” que ha concluido hoy de no haber existido tendríamos que haberla inventado. Ojala sea sólo el comienzo de una larga lista de convocatorias.

Comentarios

  1. La Inmaculada de Murillo, también llamada la Inmaculada del Mariscal Soulz fue robada por este siniestro invasor asesino durante la invasión napoleónica y ha vivido en Francia hasta que prácticamente ayer y tras arduos esfuerzos se logró que fuera devuelta a España. Lo cierto es que tal vez hubiera sido mejor que se quedará allí, donde se valora a Murillo y no se le llama " casposa" a esa obra de arte de uno de nuestros grandes pintores. La que le da ese adjetivo es una de las organizadoras del evento en un comentario de la noticia del diario El País. Una " profesora" La pera. Pues nada, a tirar todo el rancio Museo del Prado al mar, por heteropatriarcal y casposo. Me avergüenza ser mujer al ver tanta ignorancia y necedad, la verdad. Hay que cargar con una cantidad de prejuicios inimaginable para ver a estas alturas una pintura clásica y quedarse en la anécdota, que es el cristianismo en el caso de la pintura europea religiosa. Es como si en Grecia se dedican a llamar casposas a las estatuas de los dioses griegos. En fin. Si esto es el arte feminista me apunto al arte masculino y me dejó barba.

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  2. Ah, y toda esa obsesión por el sexo de las mujeres andaluzas, con las procesiones del c.ño y este tipo de cosas suena a problema sin resolver, tal vez a causa de la represión. Venid a Galicia, que aquí la gente es muy normal y no llama putas a las mujeres ni esas cosas que contais tan raras. De ese modo os podréis dedicar al arte tranquilamente y sin violar el artículo 18 de la Declaración de Derechos Humanos. Porque la obsesión que tenéis contra los católicos también es para nota. Yo no soy católica, pero me gusta dejar a la gente tranquila y no atacar sus sentimientos. Ya decían los romanos que el amor a Dios ( y en los católicos eso abarca a todo su panteón) reside en la misma sede del alma que el amor a los padres. Pues eso, " toito te lo consiento salvo que no sé qué a mi madre". Un poco de respeto no hace daño a nadie, aunque una se crea la leche del café y que tiene derecho a ser la tocapelotas mayor del reino contra las buenas gentes que creen que existe trascendencia para la vida humana.

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