CABESTROS TO CABARET

Otto Dix

El cabaret, en los años de la ocupación nazi en Europa, se convirtió en ese lugar de escapismo de la cruda realidad que había más allá de sus puertas de entrada. La máscara e incluso el esperpento maquillado con lágrimas escondía el dolor y la tragedia y proponía momentos de olvido y de diversión, aunque la catástrofe siguiera afuera.

Salvando las distancias y el tiempo, el esperpento, parece haberse instalado en nuestras vidas, en las que los jueces sueltan a la calle a los violadores y mantienen en la cárcel a raperos que defienden la libertad de expresión.

Las manifestaciones y concentraciones del viernes en las que miles de mujeres y hombres de todas las ciudades de España expresaron su indignación ante la última decisión judicial reflejan ese halo de esperanza que aún nos queda, a los que creemos en la Justicia y el sentido común, el menos común de los sentidos.

Durante más de dos horas nuestro país clamó por la modificación de un Código Penal que podría inspirar las más aterradoras condenas de la Inquisición contra mujeres a las que se las acusaba de brujas, por el sencillo hecho de querer por ejemplo, vivir al margen de los hombres.

Estas concentraciones y manifestación preñadas de jóvenes han logrado que el nuevo Gobierno socialista de España, haya manifestado su intención de revisar el Código Penal en lo relativo a la diferenciación entre abuso y violación, un síntoma de que las cosas están cambiando.

Sin embargo  y para ensombrecer estas tímidas luces de sensatez, algunas televisiones han anunciado que van a invitar a los miembros de la manada a sus platós, a que cuenten sus testimonios, suponemos de como violaron a la joven tantas veces como quisieron, porque de otros testimonios dudamos que puedan hablar, mientras se embolsan cantidades insultantes de dinero: la jugada perfecta.

Si es este el nuevo show que nos deparan las televisiones volveremos una vez más al medievo del que se empeñan en no sacarnos, pervirtiendo el auténtico sentido del cabaret como lugar de escapismo y convirtiéndolo en espejo de lo peor de una sociedad.

Willkommen! And bienvenue! Wellcome to cabaret…and now presenting the cabestros guys.



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