MUJERES INVISIBLES, VALGA LA REDUNDANCIA


Mujeres invisibles, valga la redundancia, es un espacio dedicado a aquellas mujeres que por su ingenio, sabiduría o valentía dejaron impronta en la Historia, aunque de ellas poco se conozca. Es un homenaje a tantas y tantas mujeres desconocidas, ocultadas y silenciadas por una Historia construida por hombres. Es un rincón de memoria donde descubrir y recordar la Historia en femenino.


KATHERINE JOHNSON



Hoy lunes 24 de febrero ha fallecido Katherine Johnson, la mujer que llevó a John Glenn a orbitrar la tierra, la mujer que logró, con su brillante trabajo en la NASA, que el Apolo 11 aterrizase en la luna. Katherine Johnson, además de mujer era negra, por lo que las dificultades profesionales y laborales con las que se encontró en la América del “apartheid”, fueron doble.
"Usted me dice cuándo y dónde quiere que aterrice, y yo le diré dónde, cuándo y cómo lanzarla", dijo esta científica ahora honrada por la NASA, que pasó muchos años relegada a los espacios para "mujeres de color" de la agencia espacial estadounidense. "Si ella dice que los números son buenos, adelante", dijo John Glenn antes de subirse a la nave Friendship 7 para orbitar la tierra.

Su historia ha sido narrada en el cine gracias a la película Figuras Ocultas que basada en el libro homónimo de Margot Lee Shetterly, refleja las dificultades, prejuicios y desigualdades entre las que tres científicas afroamericanas tuvieron que sobrevivir en la NASA.
Protagonizada por Taraji P. Henson,  Octavia Spencer,  Janelle Monáe, y con Kevin Costner en el papel de “buen hombre” la película con un excelente acabado elabora un tímido discurso feminista en el que su director, Theodore Melfi obtuvo tres nominaciones al Oscar en 2016. Es de agradecer, que Hollywood, la gran máquina al servicio de la ideología dominante, vaya haciendo sigilosas incursiones en el feminismo, de igual modo que los directores, en su mayoría hombres, decidan ahora visibilizar historias de mujeres excepcionales, poniendo de manifiesto como se ha dejado a la mitad del talento de la humanidad entre pañales y cacerolas.

 
MARUJA MALLO



 
Cuando escuchamos o pronunciamos la palabra surrealismo, se atropellan y sobreponen en nuestra imaginación las pinturas de Dalí, las frases de Bretón y los fotogramas de Buñuel. Sin embargo entre ellos y compartiendo incluso amistad existía una mujer, Maruja Mallo, de la que, a penas, se conoce su vida y su obra.
Si ya es difícil que la mujer escape a los roles que le exige la cultura dominante, aún lo es más si el camino que escoge es el del arte, como consecuencia de la escasa consideración que a la mujer se le tiene tradicionalmente y, sobre todo en el ámbito artístico y, por la carencia de relaciones sociales, al estar obligada a confinarse al espacio privado del hogar. A lo único a lo que podía aspirar una mujer, según las convenciones burguesas era a que desarrollara sus inquietudes plásticas sólo y exclusivamente como ocio o entretenimiento. Era impensable que sus aptitudes artísticas le sirvieran como modo de vida.  El caso de Maruja Mallo es una excepción. No sólo pudo vivir de su arte, sino que además tuvo reconocimiento, logrando que sus obras se encuentren en la actualidad en colecciones privadas y museos nacionales e internacionales. Su historia se engloba en la de aquellas otras mujeres, procedentes en su mayor parte de la burguesía ilustrada que tras la conmoción producida por la Primera Guerra Mundial, comenzaron a luchar por conquistar visibilidad en los campos laborales y artísticos, dejandose sentir su impacto.
Maruja Mallo nació en 1902 en Viveiro (Lugo) y fue educada en la II República contando con el respaldo incondicional de su padre, un krausista convencido en el valor humanista de la cultura y el conocimiento y esto, junto a su temprana vocación y el apoyo de sus propios hermanos también artistas, le permitió acceder a una educación y a unas relaciones sociales prohibidas para las mujeres de su tiempo. Todo ello lo reflejaría después en su propia obra a la que dotaría de la modernidad que se iba imponiendo en la sociedad española junto a la adhesión a los movimientos artísticos del momento.
El artista comprometido comenzaba a considerarse y Maruja Mallo, junto a Picasso, Lorca, Neruda y Alberti entendió el arte como un modo de expresión en el que la innovación y la experimentación se convertían en la verdadera búsqueda de libertad y por lo tanto sus obras en vanguardistas, considerando que el arte podía y debía ser un instrumento de cambio y mejora social.
Expuso por primera vez a los 20 años de edad, pero la exposición en la que brillaría como una estrella recién descubierta con tan sólo 26 años fue en la celebrada en 1928 en los salones de la Revista de Occidente, única exposición de toda la historia de la revista y que fue, además, apadrinada por Ortega y Gasset. La crítica fue benevolente con la artista a la que  describió como una ruptura con el pasado a través de la renovación formal y estética.
Vivió el esplendor de los años 20 y como toda la vanguardia española se dejó influir por el cine considerado “el arte moderno por excelencia”. Participó en discusiones literarias y políticas incluso paseó sola o en compañía por aquel Madrid decimonónico y por sus arrabales y pueblos, desobedeciendo las normas no escritas pero bien asentadas que aprisionaban a la mujer.
En 1926, María de Maeztu, Victoria Kent, Zenobia Camprubí, Amalia Salaverría y Carmen Baroja fundarían el Lyceum Club como lugar de encuentro intelectual, ante la masculinidad que rebosaba de las tertulias de los cafés y Maruja Mallo encontró en  él un lugar donde seguir creciendo como persona y artista.
Con la Guerra Civil el Lyceum Club cerró y se convirtió en sede de la Sección Femenina de la Falange para desde allí devolver a la mujer al “verdadero” papel para el que había sido creada: madre abnegada y esposa sumisa, enterrando para siempre la labor intelectual y artística de mujeres como Concha Méndez, Rosa Chacel, María Zambrano, Ángeles Santos o Norah Borges, con la que Mallo mantendría amistad y trabajo durante años.
Tras la Guerra Civil llegó el exilio en Buenos Aires donde permaneció hasta 1964, fecha en la que regresó a Madrid, una ciudad desconocida y vestida de franquismo en la que se encontró con una terrible soledad. Años después comenzarían los reconocimientos, primero en 1976 con la publicación de la primera monografía sobre su obra y después, en 1982, con la Medalla de Oro de Bellas Artes concedida por el Ministerio de Cultura. No obstante, como todos los verdaderos y auténticos  reconocimientos a las mujeres, el suyo será tras su muerte en 1995.
Aunque su catalogación como surrealista ha sido controvertido, lo cierto es que su alma creadora la llevó a interactuar con los movimientos artísticos de su época, marcando, sin embargo, su propia identidad, como consecuencia de su personalidad arrolladora. Dibujante, ceramista, decoradora incluso maquetista, Maruja Mallo también participó en las misiones pedagógicas desde las que junto a su obra defendió, como su propio padre, los ideales republicanos, denunciado el engaño, los asesinatos colectivos y la humillación que se había implantado en España.  Como ella misma expresara en un artículo de prensa: “Las carreteras y los pueblos de Galicia, antes del 18 de julio estaban repletos de campesinos que transitaban cargados de trigo y leña y de marineros que poblaban las playas inundándolas de redes y peces, cantando sus romances populares y sus canciones improvisadas. Ese mismo pueblo no canta ya. Claman justicia por las carreteras y por las riberas grupos de mujeres y niños desamparados. Galopan hacia los montes los hombres perseguidos como perros, por la fiera agresión de los falangistas, por la brutal cacería de los nacionalistas que disparan ante la personalidad humana. (La Vanguardia, 14/08/1938).
Maruja Mallo se adelantó a su tiempo y como tantas otras mujeres valientes y brillantes purgó su atrevimiento con la invisibilidad, la misma que desde aquí queremos romper e invitar a que se profundice en su persona.

 Bibliografía
Val, A. (2013). La profesionalización de las mujeres artistas españolas. El caso de Maruja Mallo (1902-1995) y Amalia Avia (1926-2011). Papers, 98 (4), 677-696.
Fernández, M. (2012). Maruja Mallo: artista, cronista, ¿surrealista? Madrygal, 15, 45-56.
Gluzman, G. (2018). Maruja Mallo. Trayectorias de una mujer moderna entre Europa y América. Boletín de Arte,  18,

 


MARGARITA SALAS
 
 
Hoy 7 de Noviembre de 2019 ha fallecido una mujer extraordinaria, una mujer empeñada en romper la invisibilidad en la que se encuentran y se han encontrado, a lo largo del tiempo, tantas mujeres excepcionales. Margarita Salas, bióloga molecular, mujer y científica, valga la contradicción, ha fallecido a los 80 años de edad, después de una intensa carrera en la que destacó tanto por su inteligencia como por su tenacidad en la lucha por la igualdad. Margarita Salas denunció la discriminatoria situación en la que se encontraban las mujeres científicas. Reconoció que tardó en darse cuenta y de cómo había afectado a su propia carrera, pero que una vez consciente ya no se detuvo en denunciar esa discriminación.
Colaboradora del Nobel Severo Ochoa, inició el desarrollo de la biología molecular en España. Su estudio del fago Phi29, un virus que infecta a las bacterias, permitió conocer cómo funciona el ADN y cómo la información que contiene se transforma en las proteínas que hacen funcionar al virus. Tras un periodo de tres años en Estados Unidos, país al que llegó en 1964 huyendo de lo que ella misma llamaba “un páramo científico” refiriéndose a España, regresó  con una ayuda de la organización estadounidense Jane Coffin Childs Memorial Fund for Medical Research y logró crear una tecnología que revolucionó las pruebas de ADN y ha reportado al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) importantes beneficios económicos. En 1989 patentó su sistema de amplificación de ADN en     EE UU  y después en Europa en 1997 a nombre del CSIC. Durante los seis años en que la patente estuvo activa, entre 2003 y 2009, generó más de seis millones de euros y se prevé que los productos que incorporan su tecnología rondarán los 150 millones de euros en 2020.
Margarita Salas, también ha destacado por su excelente labor en la formación de científicos y científicas como María Blasco, hoy directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas,  Marisol Soengas también del CNIO, o  Jesús Ávila, uno de los más sobresalientes investigadores del Alzhéimer.
En 1988 fue nombrada presidenta de la Sociedad Española de Bioquímica, en 1992 directora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa,  en 2003 entró en la Real Academia Española (RAE) y  en 2007 se convirtió en la primera mujer española en ingresar en la Academia Nacional de Ciencias de EE UU.
 


HEDY LAMARR, ESTRELLA DE HOLYWOOD E INVENTORA DEL WIFI
 
 
Hedwig Eva Maria Kiesler, conocida por su nombre artístico, Hedy Lamarr,  nació el 9 de noviembre de 1914 en Viena. Hija de un banquero y de una pianista, recibió una sólida educación que la llevó a estudiar ingeniería de telecomunicaciones, formación que compatibilizaría con estudios de arte dramático. Su espíritu rebelde y poco convencional la llevaron a trabajar en el cine y a protagonizar la película del director checo Gustav Machaty de año 1933, Éxtasis, en la que su desnudo, se convirtió en el primero de la Historia de la cinematografía, provocando un gran escándalo social.
Tras ser cortejada por un magnate de la industria armamentística que surtía la munición al ejército nazi, sus padres la obligaron a casarse con él, imaginando que de ese modo la apartarían de las "frivolidades" del cine. Su marido, celoso y autoritario la mantuvo durante años, encerrada en casa, tiempo que Hedy aprovechó para retomar sus estudios de ingeniería. Y, en las reuniones de trabajo a las que la obligaba a asistir, recopiló información sobre las características de la última tecnología armamentística nazi. La vigilancia continua que su marido ejercía sobre ella llegó a resultarle tan insoportable que decidió en 1937 escapar por la ventana de los servicios de un restaurante y huir en automóvil hacia Paris y desde Londres embarcarse con destino a Estados Unidos. Durante el viaje conocería al productor de cine Louis B. Mayer quien le ofrecería trabajo en la Metro Golden Mayer.
Tras instalarse en Hollywood trabajaría con King Vidor en las películas  Camarada X y Cenizas de amor; con Jacques Tourneur en Noche en el alma; con Robert Stevenson en Pasión que redime y con Cecil B. DeMille en Sansón y Dalila. No obstante a pesar de su vocación por el cine no olvidó sus inquietudes científicas y, junto a su amigo el compositor George Antheil, inventó un sistema de detección de los torpedos teledirigidos utilizados durante la II Guerra Mundial.
Hedy conocía de cerca las prácticas de gobierno de Hitler y quiso contribuir en la lucha de los aliados, primero accediendo como ingeniera al recientemente creado National Inventors Council que, sin embargo declinó su oferta y la invitó a que explotara su fama como actriz promoviendo la venta de bonos de guerra. Y Hedy Lamarr ideó una campaña en la que daría un beso a quien comprase 25.000 o más dólares en bonos. En una sola noche vendió 7 millones de dólares. No obstante, Lamarr quería aportar sus conocimientos técnicos a la mejora de los ejércitos aliados, y se centró en el campo de la defensa militar y de las telecomunicaciones, a raíz del trágico hundimiento de un barco lleno de refugiados por un submarino alemán en 1940, cuando los Estados Unidos aún permanecían neutrales.
El sistema concebido por Hedy partía de la idea de fraccionar los mensajes y transmitir cada parte cambiando de frecuencia, siguiendo un patrón pseudoaleatorio. De este modo, los tiempos de transmisión en cada frecuencia eran tan cortos y estaban espaciados de forma tan irregular, que era prácticamente imposible recomponer el mensaje si no se conocía el código de cambio de canales.
Este procedimiento se conoce como “transmisión en espectro ensanchado por salto de frecuencia” y sus ventajas consistían en que las señales suenan como ruidos de corta duración, o como un incremento en el ruido en el receptor, excepto para el que esté usando la secuencia de salto que se está empleando en el transmisor. Además, estas transmisiones pueden compartir una banda de frecuencia con muchos tipos de transmisiones convencionales con una mínima interferencia y no es necesario que las frecuencias de emisión sean contiguas.
Hedy necesitaba la colaboración de un experto para resolver el problema de la sincronización y lo encontró en el pianista y compositor George Antheil. Éste había logrado sincronizar sin cables 16 pianolas que formaban parte de su orquesta mecánica, y esta precisión era exactamente lo que Hedy estaba buscando. Tras trabajar durante más de 6 meses, darían con la solución: emplearían dos pianolas, una en la estación emisora y otra en la receptora y codificarían los saltos de frecuencia de acuerdo con los taladros longitudinales efectuados en la banda de papel, como en una pianola común. La secuencia de los saltos solo la conocería quien tuviese la clave, la melodía, lo que aseguraba el secreto de la comunicación. Los motores de arrastre de ambos dispositivos estaban sincronizados por sendos mecanismos de relojería de precisión y además el transmisor emitía periódicamente una señal de sincronismo para compensar cualquier desviación.
El 10 de junio de 1941,  Hedy con su apellido de casada, Markey presentó al registro la solicitud de patente que le fue concedida el 11 de agosto de 1942, cuando los EEUU ya habían entrado en la guerra. Pero su invento que se convertiría en precursor de los actuales sistemas de comunicación inalámbricos y de las tecnologías wifi o bluetooth, no llegaría a utilizarse hasta la crisis de los misiles de Cuba en 1962 y en la guerra del Vietnam.
Hedy no llegó a ingresar ni un dólar por la patente, que caducó sin ser utilizada, ni recibió el reconocimiento que merecía.  Cuando le comunicaron en 1997 la concesión del Pioner Award comentó que: “ya era hora” (it’s about time). A partir de ese momento se sucederían otros premios como el Bulbie Gnass Spirit of Achievement Award, ese mismo año, o la distinción honorífica concedida por el proyecto Milstar. En Octubre de 1998, la Asociación Austriaca de Inventores y Titulares de Patentes le concedió la medalla Viktor Kaplan y, en 1999, el Kunsthalle de Viena organizó un proyecto multimediático de homenaje.
Hedy Lamarr, estrella de Hollywood, inventora y precursora de la tecnología GPS y wifi murió el 19 de enero del año 2000 olvidada y abandonada por una sociedad que, con dificultad reconoce la valía a la mujer. Como todas las mujeres que quisieron ser pioneras y lucharon contra los obtásculos de un mundo hecho por y para los hombres, Hedy se abrió camino y logró al menos que cada 9 de noviembre en memoria de la fecha de su nacimiento se celebre el Día Internacional del Inventor. 


ESTRELLAS OLVIDADAS

El hada de los repollos de Alice Guy

El cine, como industria y arte, ha estado y sigue estando profundamente masculinizado, evidenciándose en la escasa presencia de mujeres en puestos de relevancia técnica o creativa. No obstante, las ha habido y de extraordinario talento que destacaron desde los mismos orígenes.
 

El cinematógrafo, ese “maravilloso invento, prodigio de la mecánica moderna” como lo describió el 12 de septiembre de 1896 El Noticiero Sevillano, para anunciar que, en breve, se presentaría al público de Sevilla, supuso cambios en el tejido industrial de las ciudades donde se instaló generando nuevas profesiones y nuevos hábitos de ocio. Esos oficios que emergieron junto a él fueron ocupados en su mayoría por hombres, relegando a las mujeres a los trabajos tradicionalmente feminizados. Sin embargo, también hubo mujeres que aspiraron a dirigir,  a escribir guiones e incluso a crear películas animadas.

Alice Guy, Leni Riefenstaahl y Charlotte Reiniger son tres ejemplos de mujeres que, a pesar de los obstáculos pudieron elegir su destino y hacerlo realidad.
 

Alice Guy (1873-1968) descubrió enseguida las posibilidades que brindaba el nuevo invento tras presenciar en casa de los Lumiere la proyección de una de sus primeras películas. Trabajaba entonces como secretaria en el estudio de fotografía Gaumont, interesado desde ese momento más por los réditos del aparato de reproducción de imágenes que por el potencial negocio que supondría la producción de películas. Alice advirtió  a León Gaumont  de la importancia de contar historias y se ofreció para narrarlas, obteniendo como respuesta que lo hiciera los domingos porque el resto de la semana tenía que seguir siendo su  secretaria. Así fue como realizó su primera película de ficción en 1896, El hada de los repollos, a la vez que el ilusionista Georges Melies, desde el estudio montado en su propia casa, iniciara su inmersión en el mundo del cine. A partir del éxito de las películas de Alice, Gaumont la apartó de las tareas administrativas y le encargó la dirección de la nueva productora. Desde entonces no dejó de rodar películas de ficción y, a pesar de que fundó incluso su propia productora de cine, es hoy una gran desconocida.

Charlotte Reiniger (1899-1981) creó su primera película animada en 1919 y el primer largometraje en 1926, once años antes de que Disney estrenara Blancanieves y los siete enanitos, a pesar de ello, éste ostentaría el título de primer cineasta de animación.
 

Lotte Reiniger comenzó a trabajar en el cine de la mano del actor y director Paul Wegener quien le propuso en 1918, tras descubrir su habilidad recortando siluetas, incluirlas en los rótulos de su película El flautista de Hamelin y tras su éxito, Lotte realizaría El decorado del corazón enamorado. Esta producción animada gustó al reconocido banquero Louis Hagen quien en 1923 le propondría la realización de un largometraje, Las aventuras del príncipe Achmed que se convertiría en el primero de la historia del cine. Basado en Las mil y una noches, se estrenaría en 1926 obteniendo éxito tanto de público como de crítica. Desde este momento, Lotte  no dejaría de hacer películas. Y con 80 años, en 1979, realizaría su última animación La Rosa y el Anillo.
Leni Riefenstahl (1902- 2003) se inició en el cine como actriz, protagonizando películas de Arnold Fanck, pero desde 1932 prefirió ponerse detrás de la cámara para dirigir su primera película La luz azul,  a la que le siguió La Victoria de la fe de 1933, El triunfo de la voluntad de 1935 y Olimpiada en 1938. No volvería a rodar hasta 1954, después de la II Guerra Mundial y los juicios por las acusaciones de filonazi. Después,  no dejaría de hacerlo, hasta los 97 años de edad.
 

El triunfo de la voluntad, que bien pudiera haber sido el emblema de su propia vida, fue su obra maestra y también la sombra que le acompañó durante toda su trayectoria profesional. Su éxito radicó en documentar con genialidad un acontecimiento político y conseguir, a la vez,  que el aparato nazi pusiera a su servicio todos los recursos técnicos y financieros necesarios. Incluso Frank Capra, contratado por el presidente Roosevelt para rodar un documental que levantase el ánimo de las tropas americanas,  expresaría tras su visionado, que no había nada que hacer, que era imposible superarlo y que por ello, la guerra estaba perdida. Afortunadamente, Capra se equivocó.
Leni Riefenstahl, desde sus primeros films propagandísticos hasta sus últimos documentales submarinos, pasando por Los Nuba de 1968, no dejó de buscar el encuadre perfecto para captar una realidad que, a través de sus ojos, como ella misma expresara en sus Memorias, buscó siempre lo insólito, lo maravilloso, los misterios de la vida.
 


CHARLOTTE REINIGER PIONERA DEL CINE DE ANIMACIÓN

Cuatro años después de que los hermanos Lumiere inventaran el cine y tres años antes de que George Melies embrujara al público con sus mágicas creaciones, en 1899 en Berlín nació Charlotte Reiniger, la mujer que imaginaría y rodara la primera película animada. Entre el teatro de sombras de tradición oriental y el cine de animación actual, las películas de esta pionera del cine de animación se centraban principalmente en el público infantil y, fotograma a fotograma, logró su más sincero entusiasmo. 24 imágenes por segundo de siluetas negras recortadas artesanalmente llenaban de delicada belleza las pantallas de los cines en los que se proyectaron sus historias desde el año 1919.
Apasionada por el cine, especialmente desde que conoció en 1915 en una conferencia al director alemán,  Paul Wegener, con el que trabajaría más adelante, Lotte se entregó en cuerpo y alma a la confección y rodaje de películas de las que se le tienen registradas como directora más de 55 cortos. Y como escritora, directora de arte, cámara y diseñadora de vestuario participó en otras 59 cintas.
Su primera película de siluetas, El ornamento del corazón enamorado, se estrenó en 1919 y colaboró en la afamada película de Fritz Lang Los Nibelungos del año 1924 diseñando la silueta de un halcón para la secuencia onírica de la primera parte.
Reiniger, que se destacó tanto por su creatividad y técnica, como por sus innovaciones tecnológicas, entre 1923 a 1926, escribió el guión y dirigió Las aventuras del príncipe Achmed, el más antiguo largometraje animado que se conserva, de 65 minutos de duración, para la que se realizaron 300.000 imágenes individuales y que narra historias de Las Mil y una Noches.
A ella se le debe el uso de la cámara multi-plano para aumentar la sensación de profundidad, técnica que 10 años después Walt Disney desarrollaría y usaría en su primer largo de animación “Blancanieves y los 7 enanitos” de 1937.
A diferencia de Disney a Reiniger le costó al principio que se reconociera su talento, como tantas mujeres a lo largo de la historia. Lotte tuvo que presenciar como varios críticos de cine abandonaban la sala al descubrir que  la dirección de “Las aventuras del príncipe Achmed” había estado a cargo de una mujer. Pero aquello no importó, el resto de críticos y el público alabó la película que para su memoria ha llegado hasta nuestros días.

ROSA LUXEMBURGO, REBELIÓN Y REVOLUCIÓN

El 15 de enero de 1919 fue asesinada Rosa Luxemburgo, su cuerpo acribillado por militares encargados de su represión, fue encontrado meses después en el canal Landwehr de Berlín y se la reconoció por sus guantes y su vestido. Junto a ella también fue asesinado Karl Liebknecht bajo la represión del gobierno alemán contra los consejos obreros.
Rosa Luxemburgo nació en Polonia en 1871 y a los 15 años se afilia al partido polaco de izquierdas “Proletariat” teniendo que exiliarse a Suiza en 1889 para evitar ser detenida. Allí estudiaría filosofía, historia, política, economía y matemáticas y dirigiría el movimiento socialista polaco desde este exilio.
Autora de las obras Reforma o Revolución (1900), Huelga de masas, partido y sindicato (1906), La Acumulación del Capital (1913) y La revolución rusa (1918) dedicaría también gran parte de su vida a la profesión periodística desde las páginas del periódico “La Bandera Roja” que fundó junto a Karl Liebknecht.
Rosa Luxemburgo creía que una Polonia independiente solo podía surgir tras una revolución socialista en Alemania, Austria y Rusia. Mantenía que la lucha debía focalizarse en contra del capitalismo, y no por la vía del independentismo nacionalista, lo que le llevaría posteriormente a enfrentarse a Lenin.
Rosa Luxemburgo encabezaría las protestas de los socialistas en contra de la Primera Guerra Mundial, apelando a la objeción de conciencia en el servicio militar, fue detenida hasta en cuatro ocasiones y durante una de sus encarcelaciones EN 1916 escribió La Crisis de la Socialdemocracia.

Amiga de Clara Zedkin y una de las fundadoras de la Liga Espartaquista, núcleo inicial del partido comunista, la teórica marxista de origen judío fue contraria a los nacionalismos y en 1898 se trasladó a Alemania para unirse al partido socialdemócrata alemán (SPD) y participar en los debates ideológicos que lo agitaban desde la muerte de Marx. Asociada con Karl Kautsky, defendió la «ortodoxia» marxista frente al «revisionismo» de Eduard Bernstein e hizo aportaciones teóricas originales en torno al imperialismo y al derrumbe del capitalismo.



Olympe de Gouges AUTORA DE LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER Y LA CIUDADANA EN 1791



Olympe de Gouges fue la mujer que escribió el primer manifiesto sobre los derechos femeninos en 1791, le exigió a la Asamblea Nacional de París que redactara un decreto en el que se recogieran los derechos de la mujer y escribió panfletos reivindicando la igualdad y denunciando las injusticias y por ello fue decapitada el 3 de noviembre de 1793, una semana después que Maria Antonieta.
Olympe de Gouges nació el 7 de mayo de 1748 en Mountaubau y participó activamente en todos los antecedentes de la Revolución Francesa, sin embargo su nombre no aparece en ningún libro de Historia para escolares.
“Mujeres despertad, reconoced vuestros derechos ¿Cuándo dejareis de estar ciegas? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la Revolución?” Fueron sus palabras después de descubrir cómo los prohombres de la revolución apartaban a las mujeres de los órganos de decisión después de tomar la Bastilla, a pesar de que ellas habían estado, brazo con brazo con ellos en la lucha.
Un mes después de que se hiciera pública la Declaración de Derechos del Hombre y Ciudadano, Olympe publicaría Declaración de Derechos de la Mujer y Ciudadana que contenía 7 artículos entre los que se encontraba el de que “la mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos”.
Escribió más de 30 obras de teatro y novelas y un sinfín de panfletos políticos en los que se posicionó en contra de la esclavitud registrando incluso una obra de teatro antiesclavista “Zamore et Mirza” o “El naufrago feliz” en la que defendía la abolición de la esclavitud y denunció que sus obras de teatro no se representaban en los teatros de Francia por haber sido escritos por una mujer, estando a punto de ser encarcelada en la Bastilla por ello.
Entre sus alegatos se encontraba el derecho al divorcio, que se reconociese el derecho de los hijos naturales o la creación de centros de acogida para mujeres.
Solicitó a la Asamblea Nacional de París que recogiera en decreto que las mujeres deberían disfrutar de los mismos derechos que el hombre en el matrimonio y que podrían aspirar a cargos de magistratura y tener voto consultivo y deliberante.
Arremetió en sus escritos contra los traidores de la patria, propuso la creación de un impuesto sobre artículos de lujo y criticó la dictadura de Robespierre. Tras la publicación de su último panfleto fue encarcelada y decapitada el 3 de noviembre de 1793.


Virginia GonzAlez Polo AUTORA DE LA OBRA “LUCHA DE CLASES” Y FIRMANTE DEL MANIFIESTO DE LA HUELGA GENERAL DE 1917
Virginia González Polo fue la primera mujer en formar parte de las Ejecutivas a nivel nacional del PSOE y de la UGT en 1918, autora de la obra “Lucha de clases” sobre el papel de la mujer en la sociedad y firmante del manifiesto de la Huelga General de 1917 que le costó la cárcel.
Como tantas otras mujeres beligerantes en sus principios y luchadora por la justicia social sigue olvidada en algún rincón de la historia que, escrita por hombres, arrumban y abandonan a las mujeres a la nada.
Virginia González Polo nació en Valladolid el 2 de abril de 1873 y a los nueve años comenzó a trabajar como guarnecedora en una empresa de calzado y en 1893 ingresó junto a su marido en la Sociedad de Zapateros y Guarnicioneros de La Coruña, dando a luz un año después a su único hijo César.
En 1899 se trasladaron a Bilbao, donde tomaron contacto con el socialismo organizado y se afiliaron al PSOE y en 1904 Virginia fundó y presidió el Grupo Femenino de Bilbao y en 1905 representó a los constructores de calzado de Bilbao en el VIII Congreso de la UGT.
Participó activamente en la Huelga General de 1909 y como consecuencia de ello fue encarcelada primero y expulsada de León después, emigrando esta vez a Bayona (Francia)
A finales de 1910 se instalaron en Madrid e ingresó en el Grupo Femenino Socialista de Madrid en el que ocupó diversos cargos de su Comité y de la Mesa de discusión. A partir de estos momentos desarrolló una intensa actividad política y sindical realizando numerosas excursiones de propaganda por toda España. Representó al Grupo Femenino Socialista de Madrid en el IX Congreso del PSOE en 1912, en el X Congreso en 1915 y en el Congreso Extraordinario en 1919.
Fue vocal del Comité Nacional del PSOE de 1915 a 1918 y Secretaria Femenina de la Comisión Ejecutiva en 1918-1919. También ocupó el cargo de vocal del Comité Nacional de la UGT de 1916 a 1918. En 1914 representó a los conserveros de Vigo (Pontevedra) en el XI Congreso de la UGT y en 1916 en el XII Congreso a los zapateros de Madrid.
En 1917 firma el llamamiento a la Huelga General formando parte activa del Comité de Huelga, siendo detenida, encarcelada y procesada junto al resto del comité.
El 9 de abril de 1921 Virginia González, partidaria de la Tercera Internacional, abandona el PSOE y el 13 de abril participa en la fundación del Partido Comunista Obrero Español quien la designaría posteriormente a participar en el III Congreso de la Internacional Comunista en Moscú.
Fue elegida Secretaria Femenina del Comité Central del Partido Comunista de España en su I Congreso, celebrado en marzo de 1922 y falleció en Madrid el 15 de agosto de 1923.


CLARA ZETKIN PROPONE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

Cientos de obreras textiles de Nueva York se lanzan a las calles en protesta por sus miserables condiciones de trabajo el 8 de marzo de 1857.

Miles de costureras industriales se declaran en huelga en marzo de 1908 demandando una jornada laboral de 10 horas y mejores salarios.


El 25 de marzo de 1911 más de 140 jóvenes trabajadoras murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle de Nueva York, ocasionado por sus pésimas condiciones laborales. Este suceso motivó el cambio de la legislación laboral en los Estados Unidos.



El día Internacional de la Mujer Trabajadora se proclamó durante la celebración de la Internacional Socialista desarrollada en agosto de 1910 en Copenhage a propuesta de Clara Zetkin.


Se aprobó por unanimidad con la presencia de 100 mujeres de 17 países.

Además de las reivindicaciones puramente laborales se reclamaban derechos básicos para las mujeres como el derecho al voto y a ocupar cargos públicos.


PRIMERAS JORNADAS ESTATALES POR LA LIBERACIÓN DE LA MUJER

Concepción Arenal en 1841 es la primera universitaria española, pero tiene que acudir a clases disfrazada de hombre.

En 1860 recibe el Premio de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas por su obra "La beneficiencia, la filantropia y la caridad" cuyo premio tuvo que recoger su hijo de 10 años.


Teresa Claramunt en 1883 es una de las primeras obreras con discurso feminista en España, participó muy activamente en la "huelga de las siete semanas" en la que se reivindicaba la jornada de ocho horas, formó parte del Movimiento Libertario Español y fundó un grupo anarquista de trabajadoras textiles.


Emilia Pardo Bazán en 1916 es la primera mujer española que describe en su obra "Los Pazos de Ulloa" la violencia contra las mujeres, campesinas y burguesas.



En 1918 se crea la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME) dirigida por María Espinosa de los Monteros que coordinándose con otras agrupaciones de mujeres funda el Consejo Supremo Feminista de España.

En 1921 tiene lugar el primer acto público feminista en España en el que se pide que el derecho el voto femenino.

En 1931 con la llegada de la República se abre un nuevo tiempo para la mujer que comienza a cobrar derechos, participando en política y con leyes como la del Divorcio o la del Aborto.

En 1939 tras la Guerra Civil todos los derechos logrados son arrebatados y la lucha se reduce a la clandestinidad y bajo duras represiones.

En 1975 se celebran en Madrid las "Primeras Jornadas Estatales por la Liberación de la Mujer" a la que acuden de forma clandestina 500 mujeres para reivindicar la destrucción del modelo de feminidad de la dictadura.

En 1976 se organiza la primera manifestación antifranquista bajo el lema: "Mujer: lucha por tu liberación".

Y el 8 de Marzo de 1977 se celebra por primera vez el "Día Internacional de la Mujer". También en este año se lanza una campaña para despenalizar el uso de anticonceptivos y la derogación del delito de adulterio, lográndose en 1978.


LAS PRIMERAS DIPUTADAS

Victoria Kent, Margarita Nelken y Clara Campoamor fueron las tres primeras mujeres españolas que consiguieron actas de diputadas. Lo lograron tras ser elegidas parlamentarias en 1931 en los primeros comicios electorales de la II República cuando las mujeres aún no podían votar pero sí elegidas.

Victoria Kent, primera mujer en ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid militaba en el Partido Radical Socialista y tras ser elegida diputada, el presidente de la República, Alcalá Zamora la nombra Directora General de Prisiones donde continuó la labor ya iniciada por Concepción Arenal para la rehabilitación de presos. Mejoró la alimentación de los reclusos, estableció permisos por razones familiares y cerró penitenciarías que se encontraban en pésimas condiciones.



Margarita Nelken, escritora y crítica de arte, se afilia al PSOE con 14 años en 1908. Es elegida además en las elecciones de 1933 y 1936 siendo la única mujer que consiguió las tres actas parlamentarias. Líder de la Federación de Trabajadoras de la Tierra será una de las grandes agitadoras de las jornadas revolucionarias de 1934.



Clara Campoamor, abogada, pertenecía al Partido republicano Radical y tras ocupar su escaño participó en la elaboración del proyecto de Constitución de la nueva república. Defendió la no discriminación por sexo, la igualdad jurídica de los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio , el divorcio y el voto femenino.



A las elecciones de 1931 concurrieron en coalición el Partido Republicano Radical Socialista, el Partido Republicano Radical y Acción Republicana.

La concesión del voto,  como la del divorcio, fueron logros de la mujer en el periodo republicano junto al acceso a la cultura que hasta ese momento le estaba vedada.Todo ello consecuencia de que en la década de los años 20 se formaron numerosas asociaciones de mujeres organizadas para debatir los problemas que les afectaban.



Comentarios