Negacionistas

 

Carta del juego Dixit, Marie Cardouat

El matemático, físico, filósofo y astrónomo italiano Galileo Galilei (1564-1642) tuvo que negar que la tierra giraba en torno al Sol ante las presiones de aquellos que se negaban a aceptar las afirmaciones científicas que contravenían sus creencias religiosas. 400 años después, la ciencia se encuentra en similar tesitura ante la evidencia de un cambio climático negado por los grupos más conservadores y reaccionarios de la sociedad. El último informe del panel de expertos vinculados a la ONU que trabaja sobre el cambio climático asevera que la humanidad “ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”, generando “cambios generalizados y rápidos” en el planeta.

La matemática, astrónoma y filósofa griega Hipatia de Alejandria (370-416 a. C) fue linchada por una turba de fanáticos cristianos por su condición de mujer pagana y científica.  1.600 años después la ciencia vuelve a ser pisoteada por los negacionistas incapaces de renunciar ni al más mínimo de sus privilegiados posicionamientos, ante la evidencia de que la desorbitada aceleración del consumo y modelo económico actual es la causa del cambio climático. El informe que acaba de ser publicado y en el que han participado 234 expertos de 66 países, describe las conclusiones del análisis de más de 14.000 artículos y referencias que ponen de manifiesto que los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor o las lluvias torrenciales que estamos viviendo, aumentando en intensidad y frecuencia, se deben a la acción del ser humano.


El astrónomo, filósofo, teólogo y poeta italiano Giordano Bruno (1548- 1600) fue quemado en la hoguera por afirmar que el Sol era una estrella y que el universo debía contener infinitos mundos habitados. De nuevo, 400 años después la ciencia es víctima de malintencionados suicidas misántropos que anteponen sus intereses individuales al bien colectivo. Mientras, científicos y científicas redactan un informe[1] que considera inequívoca la descripción del estado actual del clima, incluyendo cómo está cambiando, el papel de la influencia humana, y el estado del conocimiento sobre posibles futuros climáticos, información climática relevante para regiones y sectores con objeto de limitar el inducido cambio climático.


Las sanadoras antiguas, conocedoras de saberes ancestrales y curanderas anónimas fueron también quemadas en la hoguera, acusadas de mantener relaciones sexuales con el diablo, cuando su amenaza no era otra que la de mantener en jaque el conocimiento médico masculino vinculado, además a la religión. 500 años después el respeto a la madre naturaleza, a la tierra y a la vida que ella alberga, vuelve a ser denigrado, mancillado y despreciado por los mismos que hoy también hubieran arremetido contra ellas, contra Galileo, Hipatia y Giordano Bruno. Pero lo que, en su ignorancia desconocen es que la Tierra les sobrevivirá. Ya no se trata del planeta, sino de la humanidad.  

 

 

 

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